Upcycling: 5 ideas para tu casa con material reutilizado

Siempre se ha dicho que las segundas partes no son buenas, pero en Desobras creemos fielmente que darle una segunda vida a sobrantes de obra, material de derribo y stock de almacenes y fábricas de material de construcción es una buena ocasión para darle un cambio de imagen a nuestros hogares. Y lo mejor de todo: contribuimos a la lucha contra el cambio climático y despilfarro. Si estás pensando en utilizar un producto reciclado como elemento decorativo en tu casa estás haciendo upcycling. ¡Hoy te lo explicamos con detalle!

El upcycling o supra reciclaje es una técnica, o incluso un estilo de vida, que usa materiales reciclados transformados en productos nuevos y diferentes. Esta transformación a un nuevo objeto le aporta valor, de ahí el prefijo up o supra. Por ejemplo, cortar una tubería de plástico y convertirla en un botellero, es upcycling, porque a un residuo le damos una nueva y mejorada utilidad. El término fue acuñado a finales de la década de los 90 por Gunter Pauli y Johannes Hartkemeyer, como contraposición al downcycling, que hace referencia a la pérdida de valor de un objeto durante el proceso de reciclaje, en el que se convertiría en una forma más básica y de menor calidad

Ya te hemos dado una pequeña idea, pero ahora reunimos unas cuantas más para inspirarte a que le des rienda suelta a tu imaginación:

  1. Para el salón. Para decorar el salón con tus plantas, puedes hacer una maceta con una lata vieja o un colador pintado. O, si prefieres un cuadro, un pantalón viejo te podrá servir de lienzo. 
  2. Para el dormitorio. Los palés son grandes aliados a la hora de hablar del supra reciclaje. Si estás buscando una mesita de noche, pero tienes un presupuesto limitado, hazte con uno de estos objetos de madera y con un poco de pintura será suficiente. Lo ideal sería lijar su superficie antes de aplicar cualquier otro producto sobre el palé y, si eres muy creativo y quieres que sea mucho más funcional, puedes instalarle ruedas para poder desplazarla allá donde quieras.
  3. Para la cocina. Hazte con unas cuantas cajas de madera, píntalas y decóralas de manera que quede acorde con tu cocina. Ya tienes donde almacenar tus verduras y legrumbres o donde guardar tus herramientas para cocinar. Aunque podrían utilizarse en cualquier estancia de nuestro hogar, por ejemplo, como un estante o un revistero en el salón. 
  4. Para el baño. Si buscas un toallero original, no tienes más que hacerte con una escalera vieja, pintarla y decorarla a tu gusto y ¡listo! Además, también la puedes utilizar como una estantería o para colgar tus plantas. 

Sencillez y ahorro. Tal vez estas dos palabras sean las que mejor definen la decoración con elementos reciclados o de segunda mano: somieres hechos con palés de madera, un zapatero hecho con tubos, estanterías con cajas, cuadros hechos con cubertería… Hay infinidad de combinaciones que nos permiten ser originales sin gastar mucho dinero. Si buscas inspiración, la red está repleta de ejemplos e ideas de lo más originales y, en nuestra web, Desobras.com, encontrarás todo el material necesario.

¿Cómo podemos reducir todo el desperdicio que generamos?

En Desobras.com nos preocupa todo el desperdicio que producimos día a día, tanto en nuestros domicilios como en las obras. Aunque no siempre es fácil, nos gusta poner nuestro granito de arena para reducirlo y aprovechar al máximo todos los bienes y materiales. Es así que somos el primer catálogo online colaborativo especializado en sobrantes de obras y restos de stock de materiales de construcción.

En este post incluimos algunos consejos para que, entre todos, combatamos el desperdicio y aprendamos a no malgastar los recursos de los que disponemos.

  1. Botellas, pajitas y bolsas reutilizables. Ahora está en boga el uso de botellas de cristal, acero inoxidable o de plástico, al igual que las tote bags o bolsas de tela para hacer la compra o simplemente llevar nuestras pertenencias. En cuanto a las pajitas, además de contaminar, pueden ser letales para algunas especies marinas. Por ello, una buena opción es invertir en unas que sean reutilizables o prescindir de ellas siempre que podamos. 
  2. Productos a granel. Con el consumo de productos a granel no solo evitarás almacenar cientos de botes de vidrio o generar montañas y montañas de plástico, sino que también será, en general, bueno para tu bolsillo y para tu cuerpo, ya que suelen ser productos menos procesados. 
  3. Compras con cabeza. Todos sabemos que pasear por los pasillos de cualquier tienda suele tener trampas a la hora de comprar productos que realmente no necesitamos. Por eso, te recomendamos que hagas una lista de la compra y también que hagas una planificación semanal o mensual de lo que precisas.
  4. Comercio local. Consumir productos y alimentos de proximidad ayuda a la economía local, pero también reduce costes y contaminación del transporte, por ejemplo.
  5. Envases reciclados. Comprar artículos que vengan en envases reciclados es un buen modo de promover el reciclaje y ayudar al medio ambiente.
  6. Haz compostaje. Es un modo de reciclaje que transforma la basura orgánica en material capaz de enriquecer plantas y cosechas o de luchar contra la contaminación.
  7. Usa plataformas o acude a tiendas de segunda mano. Reutilizar es tan importante como reciclar o ser consciente de la basura que generamos. Por ello, si no encuentras la manera de darle una segunda vida a determinado artículo, aprovéchate de alguna de estas aplicaciones de objetos de segunda mano. Hay casi tantas opciones de apps de segunda mano como de productos a vender y, entre ellas, ¡la nuestra!

Ahora que ya sabes algunas formas de reducir el desperdicio y aprovechar al máximo todos los objetos, ¿ves por qué Desobras.com puede ser una buena opción para vender los restos de nuestras obras o, por el contrario, para comprar el material que necesitemos?

Reutilizar: la quintaesencia de Desobras

Desobras parte de una premisa fundamental: reutilizar, reciclar y reducir. Tanto para nuestro bolsillo como para el medio ambiente, son gestos sencillos y una manera de aportar nuestra parte en la lucha contra el cambio climático y también contra el desperdicio. Pero, ¿sabemos realmente todo lo que implican?

En primer lugar, no es lo mismo reciclar que reutilizar. Reutilizar es volver a utilizar un objeto o material, ya sea para el mismo fin que tenía en un principio o para uno nuevo. Reciclar implica que la pieza pase por un proceso o tratamiento que lo convertirá en una nueva materia prima. Por ejemplo, una caja de cartón o papel usado, pueden transformarse en material para libros o cuadernos. Aunque ambas traen beneficios y están dirigidos a un mismo objetivo: reducir el impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente.

Reutilizar es importante porque hace que la vida de un producto sea más larga, evitando la necesidad de reciclar y ahorrando energía, materiales y dinero en el proceso. También nos permite ahorrar recursos, ya que se requieren menos materias primas para la creación de nuevos elementos. En resumen, podemos dividir los beneficios de la reutilización en dos vertientes:

  1. Medio ambiente. En primer lugar, disminuye la generación de desechos. Y, además de ahorrar recursos naturales y en materias primas, reduce la contaminación de fuentes como el aire o agua que genera la producción de nuevos materiales y el uso de combustible, tanto en la fabricación como en el transporte del nuevo material.
  1. Economía. El combustible, el agua y otros materiales empleados en la manufacturación de nuevos productos no solo supone un coste ambiental, sino también económico. Con la reducción de su fabricación, también se reduce el coste. Además, también disminuye el coste del manejo de desechos. Y, en tercer lugar, el beneficio más perceptible para el ciudadano de a pie es el aporte a la economía doméstica, ya que reduce los gastos de comprar nuevos productos. 

Ropa, libros, electrodomésticos, juguetes… Siempre han sido algunos de los elementos más vendidos en tiendas de segunda mano, pero en Desobras hemos llevado la reutilización un paso más alla y ponemos a tu disposición restos de obras para que puedas darle una segunda vida en tu casa, pero también para dar rienda suelta a tu imaginación. ¿Por qué fabricar nuevos materiales si podemos aprovechar los que ya existen?

10 pasos básicos para ordenar el almacén

En muchas empresas pequeñas (y no tan pequeñas), especialmente del sector de la construcción, ordenar el almacén tiene más importancia de la que podría parecer en un principio. Un almacén desordenado tiene consecuencias económicas directas sobre la cuenta de resultados de la empresa, mayores de las que podrían parecer a primera vista:

  • Pérdidas de tiempo: Si tienes que revolver cosas para encontrar un producto, eso te va a suponer un tiempo extra que es totalmente improductivo y evitable. Y en las empresas, el tiempo es dinero.
  • Uso excesivo de espacio. Un almacén mal organizado suele ocupar mucho más espacio del realmente necesario. El espacio también cuesta dinero. Piensa que cada metro cuadrado construido tiene un coste, ya sea de alquiler o de amortización del coste de construcción, por lo que es necesario optimizar esos costes al máximo.
  • Productos obsoletos. En la inmensa mayoría de los almacenes hay, como mínimo, un 20% de productos que no vas a utilizar o vender nunca. Esos productos ocupan un espacio muy valioso y, en la práctica, el valor económico de esos productos es cero.
  • Sensación de abandono: Tanto tus trabajadores como tus clientes (si el almacén es visible para ellos) tendrán una pésima sensación de abandono que no ayudará en nada a la imagen de tu negocio.

Recuerda: Un almacén eficaz es un almacén organizado. Invertir tiempo en ordenar el almacén es ganar en eficiencia. Te contamos a continuación como hacerlo.

ordenar el almacén
Si tu almacén se parece a esto, tienes un problema mayor de lo que crees

Cómo ordenar el almacén y no morir en el intento.

Vamos a intentar aplicar algunas máximas de Marie Kondo, la gran gurú del almacenamiento en casa. Concretamente, aplicaremos dos de sus principios básicos:

  1. Es hora de deshacerte de lo que no te hace feliz. En este caso, lo que no te hace ganar dinero no te hace feliz.
  2. Tienes más espacio del que crees, sólo se trata de aprovecharlo bien.

Partiendo de estos principios, hemos elaborado una lista de 10 recomendaciones para ordenar el almacén:

  1. Utiliza siempre cajas, no tengas objetos sueltos. Te asombraría saber lo fácil que es mezclar objetos en un almacén cuando están sueltos. Aquellos productos que no vengan en cajas o que sean de pequeño tamaño puedes almacenarlos usando cajas de plástico o cartón duro que puedes reutilizar. Y dentro de esas cajas, cuanto más ordenados estén, mejor.
  2. Aprovecha toda la altura disponible. Si no dispones de sistemas de elevación, coloca los productos más pesados abajo y los más ligeros arriba, para facilitar su manipulación.
  3. Sigue un orden lógico. Divide el almacén en secciones y dentro de éstas en categorías de productos. Asigna un código numérico a cada producto y/o un código de barras o QR, así te será más fácil ordenar el almacén, localizar los productos rápidamente y dar altas y bajas de forma automática. Esto puedes hacerlo con un lector de código de barras conectado con tu sistema informático de gestión de almacén o incluso con un teléfono móvil y una aplicación de las muchas que existen en el mercado para leer códigos de barras o códigos QR. Recuerda que los códigos QR permiten almacenar y leer automáticamente información sobre cada producto, no sólo una secuencia de números.
  4. Etiqueta los estantes. Cada producto debe tener un sitio, y ese sitio debe estar etiquetado con su código correspondiente. Esto te permitirá tener un inventario permanentemente actualizado.
  5. Coloca los productos más utilizados en las cabeceras de los pasillos del almacén. Se trata de las zonas más accesibles, por lo que es más rápido llegar hasta ellas.
  6. Coloca los envases, cajas vacías, plásticos, etc, en contenedores específicos. Un almacén ordenado es un almacén limpio. Además de posibilitar su reciclaje, un entorno de trabajo limpio es un entorno más agradable para trabajar.
  7. Adopta todas las medidas de seguridad necesarias. La mayoría de productos tienen un límite en la cantidad de cajas que se pueden apilar. Del mismo modo, las estanterías deben estar diseñadas para ser firmes y seguras y estar correctamente ancladas al suelo, techo y paredes. El calzado de seguridad, delimitar espacios peatonales y de paso de carretillas (si es el caso) el uso de guantes de protección e incluso de casco si existe riesgo de que caigan productos desde arriba al manipularlos son precauciones necesarias para evitar accidentes. Del mismo modo debes señalizar específicamente aquellos productos cuya manipulación entrañe algún tipo de riesgo.
  8. Deshazte de los productos invendibles. Tener un porcentaje de productos (que usualmente pueden superar el 20%) almacenados y que no tienen demanda es perder dinero. Cada metro cuadrado o lineal de almacén cuesta dinero y debe generar la rentabilidad adecuada. Si un producto no se vende, tienes herramientas como DESOBRAS que te permitirán colocarlo fácilmente en el mercado, especialmente en el minorista, y liberar un espacio muerto en el almacén. Métetelo en la cabeza: Los productos que han superado con creces el periodo de rotación habitual NO se van a vender a tus clientes habituales, por lo que deberás buscar la forma de saldarlos o incluso de regalarlos (sí, has leído bien) para que el espacio que ocupan deje de costarte dinero y se convierta en productivo.
  9. Controla quién entra y sale del almacén. En un almacén bien gestionado sólo entran las personas encargadas de su gestión. Lo ideal es que haya un responsable de almacén que sea el encargado de la recepción y la expedición de productos, o de proporcionar al resto de trabajadores lo que precisen y demanden en cada momento. Si el pequeño tamaño de tu empresa no te lo permite, registra quién entra y sale, a qué hora y qué productos trae o se lleva del almacén. Esto te permitirá llevar la adecuada trazabilidad en caso de algún problema o de que algún producto desaparezca.
  10. Implica a tu personal. Si la organización del almacén no es cómoda, el personal tenderá a ignorarla. Una organización lógica también tiene que tener en cuenta la facilidad de acceso y manipulación de productos. Si decides ordenar el almacén, reúne a tu equipo y escucha sus ideas, seguro que hay alguna muy valiosa que puedes poner en práctica. Del mismo modo, debes implementar normas de higiene a la entrada y salida del almacén para evitar que, por ejemplo, un empleado con las manos manchadas manipule productos en el almacén.

Resumiendo: Ordenar el almacén equivale a sacarle partido y a deshacerse de lo que ya no es útil o rentable. Tener un artículo criando polvo en un estante porque te equivocaste al pedirlo no va a hacer que recuperes el dinero que invertiste en él. Tener un almacén sucio, poco iluminado y desordenado cuesta dinero y tiempo (o sea, también dinero, que los empleados no se pagan solos), además de ser terreno abonado para los accidentes. Una empresa bien organizada empieza por un almacén bien ordenado.

¿Qué puedo hacer con una puerta o con otros  sobrantes de obra?

 

No, no es una pregunta retórica. Las puertas son uno de los sobrantes

de obra relativamente habituales. En muchos casos, cuando se construye un edificio de viviendas, el comprador decide introducir mejoras o cambios en las calidades, y las puertas son uno de esos cambios habituales. El resultado: el constructor tiene varias puertas que le sobran y que no siempre puede recolocar en otras obras. También puedes encontrar puertas sobrantes de obra como materiales de derribo o producto de una reforma.

De entrada, podemos pensar que la función de una puerta es ser eso, una puerta. Pero como ya hemos dicho otras veces, dar una segunda vida a los sobrantes de obra no significa necesariamente utilizarlos para la función para la que fueron diseñados. Aquí cobra un papel relevante la sección de “materiales de derribo” de Desobras, donde los propietarios de estos materiales se anuncian gratuitamente durante 48 horas. Las puertas y ventanas de madera son un clásico de los materiales de derribo que puedes comprar por muy poco y sacarles un enorme partido.

Cosas que puedes hacer con una puerta o una ventana sobrantes de obra

Lo más obvio, especialmente si se trata de puertas antiguas: darle algún tipo de tratamiento a la superficie, ponerle unas patas y convertirla en una mesa original. En el ejemplo que te mostramos, ya que la puerta tiene molduras y no es una superficie lisa, se ha optado por ponerle un cristal encima y conservar la puerta tal cual estaba:

mesa con puerta sobrantes de obra materiales de derribo

Esto le da un toque vintage muy moderno a una mesa de comedor, de un restaurante o incluso de una sala de reuniones.

Una ventana o una puerta vieja se pueden convertir en un objeto totalmente distinto para decorar una pared. A veces ni es necesario pintarla, aunque sí conviene darle algún tipo de tratamiento y, sobre todo, asegurarse de que no tienen carcoma o de que ésta ha sido exterminada antes de utilizarla.

Aquí tienes otro ejemplo de uso de una ventana procedente de materiales de derribo. Probablemente la mayoría de la gente que la viera en su estado original pensaría que es inservible y que no puede hacerse nada con ella. Pero hay gente que no, y éste es el resultado:

ventana vieja decoración pared sobrantes de obra materiales de derribo

Recuerda: cuando algo ya no sirve para su función original, eso no significa que ya no sirva para nada. Prácticamente cualquier cosa puede tener una segunda vida. Esto no sólo nos aporta originalidad en la decoración, sino que nos ahorra dinero y, (muy importante desde nuestro punto de vista) evita que generemos más residuos. En esto consiste la economía circular, en que los materiales siempre encuentren un acomodo y una vida nueva sin tener que ser desechados.

Da igual que se trate de materiales antiguos (si nos gusta el estilo ‘vintage’) o de materiales modernos como el aluminio o el PVC. Una ventana de PVC puede convertirse en una estupenda puerta de armario para usar en exteriores, dada su resistencia a los agentes atmosféricos. Y una puerta moderna puede convertirse en la puerta de un armario, o incluso crear un armario empotrado donde teníamos un hueco con poco uso.

Todos estos materiales pueden encontrarse en DESOBRAS. Y si eres de los que tiene estas cosas guardadas en un trastero sin saber bien qué hacer con ellas, te animamos a que las vendas. Ganarás espacio y dinero al tiempo que otras personas le darán vida a lo que a ti ya no te sirve. Esa es la filosofía con la que nació DESOBRAS y con la que seguimos trabajando.

Decoración y muebles con palets

Los palets son un elemento industrial diseñado para empaquetar productos de tal modo que puedan ser manejados por carretillas elevadoras. Los de uso más generalizado están hechos de madera, lo que los hace especialmente interesantes para su reutilización en decoración y elaboración de muebles con palets.

Existen palets de distintos tamaños, aunque el más utilizado es el conocido como “palet europeo” de 120 x 80 cm, aunque también los hay de 120 x 100 y de 120 x 120. Otra medida usada especialmente en el sector de la gran distribución es el denominado “medio palet” de 60 x 80 cm.

europalet muebles con palets

Hay que tener en cuenta que los europalets no sólo se distinguen por sus medidas, sino por atenerse a una normativa europea que especifica cómo deben fabricarse y qué carga tienen que soportar. Es decir, que puede haber palets de 120 x 80 que no sean europalets. La forma de distinguirlos es que los europalets llevan una marca ovalada con las letras EUR o EPAL en su interior.

Dentro de los palets existen calidades: Los hay reversibles, los hay que no, e incluso los hay de un solo uso. En cualquier caso, un palet que ha cumplido su ciclo de vida o se ha deteriorado se desecha, ya que supone un riesgo para la seguridad de las personas y de la propia carga.

Muebles con palets: una tendencia que se consolida.

Los palets que han llegado al final de su ciclo de vida son una materia prima perfecta para su utilización en decoración y elaboración artesanal de mobiliario. Pueden usarse como mesas bajas, como bases para un colchón en una cama, para elaborar sofás, estanterías y muchas otras aplicaciones.

Aunque existen palets de plástico, metal e incluso cartón, la inmensa mayoría de ellos están elaborados en madera. Existen dos tipos, según la normativa europea: los elaborados con madera de frondosas (como el haya o el roble) y los de madera de coníferas como el pino o el abeto. Esto supone una ventaja a la hora de utilizarlos en mobiliario, ya que se trata de maderas de alta resistencia y durabilidad. Generalmente se utiliza madera sin ningún tipo de tratamiento, lo que nos permite dar alas a nuestra imaginación a la hora de pintar, barnizar o incluso teñir la madera para que tenga el aspecto que deseamos. Aquí tenemos un ejemplo de un conjunto de jardín elaborado íntegramente con palets tratados con barniz para exteriores:

muebles con palets 1

 

En este caso ha habido todo un proceso de diseño previo, corte y elaboración, pero no necesariamente tenemos que complicarnos si no disponemos de las herramientas necesarias. Podemos utilizar los palets tal cual  o simplemente con un lijado y barnizado para, por ejemplo, hacer un sofá:

muebles con palets 2

 

O simplemente barnizar un palet, acoplarle unas ruedas y ya tenemos una perfecta mesa baja:

muebles con palets 4

Dada su resistencia y capacidad para ser apilados, el límite de lo que podemos hacer con ellos sólo lo pone nuestra imaginación:

muebles con palets 5

 

Si tienes una empresa que acostumbra a manejar palets, no los tires al final de su vida útil. Mucha gente estará deseando conseguirlos para darles una segunda vida. Véndelos en DESOBRAS, a través de nuestra web o nuestra app y encontrarás fácilmente compradores cerca de ti. Son uno de los elementos más demandados por nuestros usuarios.

Do it Yourself (DIY) Una tendencia en decoración económica y antiestrés

Basta con escribir las siglas DIY en el buscador de Google o de Youtube para encontrar miles de blogs, tutoriales y vídeos sobre esta tendencia. Do it Yourself (Hazlo Tú Mismo) no es, como podría parecer en un principio, una tendencia decorativa destinada únicamente a ahorrar dinero. Se trata de algo mucho más amplio y profundo, de un movimiento estrechamente vinculado con el respeto medioambiental, la reutilización y la segunda vida de muchos elementos.

Además, hacer las cosas por uno mismo supone la posibilidad de disfrutar en tu casa de piezas o elementos decorativos absolutamente únicos y personales. En estos tiempos de uniformidad y de grandes superficies, los elementos DIY suponen un toque personal irrepetible que distingue tu hogar de todos los demás. Todo el mundo puede tener una lámpara FLOGITGÄTSSEN o un armario KÄBETODEN, pero nadie tendrá en su casa un objeto o elemento decorativo que hayas hecho tú.

Do It Yourself DIY

No, esto no lo venden en la tienda KETUYASABEN.

 

Do It Yourself para combatir el estrés

Además de personalizar tu casa con elementos únicos, la tendencia Do It Yourself tiene probados beneficios para combatir el estrés. Concentrarse en hacer algo con tus propias manos es una manera muy eficaz de relajarse y olvidarse de todo por un rato. Se trata de un reto de realización personal que ayuda a combatir la autoestima y que se utiliza en talleres para combatir la ansiedad, el estrés y la depresión.

Hacer algo por ti mismo utilizando materiales reutilizados no requiere prisas. Podemos hacerlo a ratos, activando nuestra imaginación y poniendo nuestras neuronas a trabajar. En DESOBRAS te ayudamos proporcionándote los materiales sobrantes de obra a precios muy asequibles, permitiéndote comprar piezas sueltas o incluso materiales de derribo. Es asombroso lo que se puede hacer, por ejemplo, con una puerta:

Do It Yourself DIY 2

No es necesario empezar por grandes proyectos. Precisamente la esencia de la tendencia Do It Yourself es que vayas poco a poco, empezando por cosas pequeñas y cogiendo confianza, aprendiendo y puliendo técnicas nuevas. No pasa nada si no te sale a la primera, sólo es cuestión de aprender y perseverar.

Las posibilidades son infinitas: desde las mil aplicaciones de los palets (de los que te hablaremos en otro post de nuestro blog) hasta el uso de azulejos, puertas, ladrillos, grifos, piezas de saneamiento o cualquier otra cosa que se te ocurra. Hay un mundo de elementos sobrantes de obra que puedes encontrar a la venta en nuestro catálogo y en nuestra app para tu móvil. Te animamos a echar un vistazo a DESOBRAS y utilizar el pensamiento lateral, preguntándote en cada caso: ¿para qué me puede servir esto?. Además, siempre tienes la ayuda de la Red para coger ideas y aprender técnicas. ¿Te animas?