Más de once millones de toneladas es la cantidad estimada de residuos sólidos que se generan cada año. Esta cifra no solo debería alarmarnos, sino también impulsarnos a mejorar el cuidado del medioambiente a través de las tres R (reducir, reciclar y reutilizar). Por ello y para concienciarnos, cada 17 de mayo, se celebra el Día Internacional del Reciclaje.
Esta fecha se señaló en el calendario por primera vez en 1994, pero no fue hasta el 2005 cuando la UNESCO proclamó el 17 de mayo como el Día Internacional del Reciclaje. La celebración tiene como objetivo concienciar sobre la necesidad de incluir el reciclaje en nuestro día a día y tratar los desechos de la manera adecuada para frenar los efectos del cambio climático y proteger al medioambiente mediante la reducción de nuestra huella de carbono.
Aunque debemos poner mucho de nuestra parte para frenar la generación de residuos y la contaminación, reciclar es un buen paso por el que comenzar a construir un mundo más sostenible. Tal y como afirman en la Global Recycling Foundation, animar a realizar este pequeño gesto, desde el ciudadano de a pie hasta las altas esferas políticas, es fundamental: “reciclar es un deber colectivo, crucial para el futuro del planeta. Nadie puede actuar de manera aislada y es imperativo llegar a la mayor población posible”. Por ello, hoy os presentamos algunas razones por las que reciclar en casa.
En primer lugar, tal como expone la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el reciclaje permite ahorrar recursos naturales de manera sustancial. Por ejemplo, se estima que por cada tonelada de papel reciclado, se pueden llegar a salvar 17 árboles y ahorrar un 50% de agua, lo que, a su vez, también ayudaría a evitar la deforestación.
Los envases que arrojamos a la basura, mediante el tratamiento adecuado en plantas especializadas, son el origen de nuevos productos. Es decir, reciclar crea recursos. Así, por ejemplo, una botella de plástico puede transformarse en el material para hacer una silla o una camiseta. Asimismo, es un ahorro importante de energía, ya que el proceso de fabricación de productos reciclados es más sencillo y, además, son más económicos y emiten menos gases de efecto invernadero. De hecho, tal como recoge Ecoembes, por cada 6 latas o botellas de plástico que reciclamos, contrarrestamos la contaminación de 10 minutos de tubo de escape.
También en relación a la contaminación, reciclar en nuestros hogares desencadenaría en una menor cantidad de residuos en vertederos, lo que es una buena noticia por dos motivos. En primer lugar, porque habría menos desechos y, en segundo lugar, porque se generarían menos gases perjudiciales para nosotros y el medioambiente al incinerarlos.
Además, genera puestos de trabajo, los denominados “empleos verdes”. A finales de diciembre, había en España 46.210 trabajadores vinculados a la selección y recogida de envases de plástico, papel y cartón. Por otro lado, la Unión Europea estima que aumentar el porcentaje de reciclaje de residuos (alcanzando el 70%) podría generar medio millón de puestos de trabajo.
Aportando nuestro esfuerzo individual a una causa colectiva tan importante como es el cuidado de nuestro planeta, no solo estaremos más cerca de reducir la contaminación, sino también de lograr una economía circular y sostenible, en la que reducir, reutilizar y reciclar sean la base de todo sector económico.