No, no es una pregunta retórica. Las puertas son uno de los sobrantes
de obra relativamente habituales. En muchos casos, cuando se construye un edificio de viviendas, el comprador decide introducir mejoras o cambios en las calidades, y las puertas son uno de esos cambios habituales. El resultado: el constructor tiene varias puertas que le sobran y que no siempre puede recolocar en otras obras. También puedes encontrar puertas sobrantes de obra como materiales de derribo o producto de una reforma.
De entrada, podemos pensar que la función de una puerta es ser eso, una puerta. Pero como ya hemos dicho otras veces, dar una segunda vida a los sobrantes de obra no significa necesariamente utilizarlos para la función para la que fueron diseñados. Aquí cobra un papel relevante la sección de “materiales de derribo” de Desobras, donde los propietarios de estos materiales se anuncian gratuitamente durante 48 horas. Las puertas y ventanas de madera son un clásico de los materiales de derribo que puedes comprar por muy poco y sacarles un enorme partido.
Cosas que puedes hacer con una puerta o una ventana sobrantes de obra
Lo más obvio, especialmente si se trata de puertas antiguas: darle algún tipo de tratamiento a la superficie, ponerle unas patas y convertirla en una mesa original. En el ejemplo que te mostramos, ya que la puerta tiene molduras y no es una superficie lisa, se ha optado por ponerle un cristal encima y conservar la puerta tal cual estaba:
Esto le da un toque vintage muy moderno a una mesa de comedor, de un restaurante o incluso de una sala de reuniones.
Una ventana o una puerta vieja se pueden convertir en un objeto totalmente distinto para decorar una pared. A veces ni es necesario pintarla, aunque sí conviene darle algún tipo de tratamiento y, sobre todo, asegurarse de que no tienen carcoma o de que ésta ha sido exterminada antes de utilizarla.
Aquí tienes otro ejemplo de uso de una ventana procedente de materiales de derribo. Probablemente la mayoría de la gente que la viera en su estado original pensaría que es inservible y que no puede hacerse nada con ella. Pero hay gente que no, y éste es el resultado:
Recuerda: cuando algo ya no sirve para su función original, eso no significa que ya no sirva para nada. Prácticamente cualquier cosa puede tener una segunda vida. Esto no sólo nos aporta originalidad en la decoración, sino que nos ahorra dinero y, (muy importante desde nuestro punto de vista) evita que generemos más residuos. En esto consiste la economía circular, en que los materiales siempre encuentren un acomodo y una vida nueva sin tener que ser desechados.
Da igual que se trate de materiales antiguos (si nos gusta el estilo ‘vintage’) o de materiales modernos como el aluminio o el PVC. Una ventana de PVC puede convertirse en una estupenda puerta de armario para usar en exteriores, dada su resistencia a los agentes atmosféricos. Y una puerta moderna puede convertirse en la puerta de un armario, o incluso crear un armario empotrado donde teníamos un hueco con poco uso.
Todos estos materiales pueden encontrarse en DESOBRAS. Y si eres de los que tiene estas cosas guardadas en un trastero sin saber bien qué hacer con ellas, te animamos a que las vendas. Ganarás espacio y dinero al tiempo que otras personas le darán vida a lo que a ti ya no te sirve. Esa es la filosofía con la que nació DESOBRAS y con la que seguimos trabajando.