¿Cómo afecta la construcción a la naturaleza?

En mayor o menor medida, todas las actividades realizadas por los humanos tienen un impacto medioambiental que no siempre es fácil de reducir y la construcción no es una excepción.

Las consecuencias sobre la naturaleza de la construcción de, por ejemplo, un edificio, se podrían concentrar en tres grupos: uso de recursos naturales, generación de residuos contaminantes y emisión y transformación del medio en el que se edifica.

  • Uso de recursos naturales. La construcción de dicho edificio requiere de elementos procedentes de la tierra de lo más variados. En primer lugar, están las materias primas necesarias para fabricar todos los materiales y productos para edificar como puede ser la madera, piedra, arena, fibra, celulosa, hierro, aluminio, cobre, etc. En segundo lugar, es necesario disponer de recursos durante el proceso de fabricación y elaboración de los materiales como, por ejemplo, agua. Y, en tercer lugar pero no por ello menos importante, se requiere de energía y materias primas (gas natural, petróleo o carbón, por ejemplo) para la extracción, el transporte, distribución y manufacturación.
  • Generación de residuos. El sector de la construcción está a la cabeza de los ámbitos económicos que más residuos generan en sus distintos estadios: la propia obra, el transporte en la zona, el almacenaje, la manipulación, etc. El impacto relacionado con esta acción tiene que ver con vertidos incontrolados, vertederos autorizados en los que se lleva una gestión incorrecta, su transporte y la obtención de nuevas materias primas por no haber reutilizado y exprimido al máximo los residuos que acaban en el vertedero prematuramente. En definitiva, la clave para reducir al máximo la generación y emisión de residuos está en reutilizar y aprovechar materiales, así como la posibilidad de transformar los restos en diferentes formas de combustible para la producción de energía.
  • Transformación del medio. Es evidente que se da una transformación en la localización en la que se edifica un bien inmueble, lo que tiene un impacto en los componentes del medio. Con las emisiones que se emiten al aire (desde el aumento de partículas en suspensión hasta el aumento significativo de los niveles acústicos de un lugar) se puede alterar la estabilidad del medio y la salud de los seres vivos que habitan en él. También se producen vertidos al agua, especialmente cuando se proceden a tareas de limpieza por los vertidos de productos peligrosos en sanitarios, desagües y en el suelo. Y, sin duda, uno de los medios más vulnerables es el suelo, en el que se puede perder su capacidad de regeneración de vegetación tras el vertido descontrolado de combustibles, aguas de limpieza o productos peligrosos, entre otros.

Sin duda, para reducir este impacto es necesario un cambio de nuestra mentalidad y considerar los residuos como algo más que restos inservibles, sino como bienes que debemos darles una segunda vida, indispensables para la sostenibilidad y el logro de una economía circular. 

Por ello, en Desobras aportamos nuestro granito de arena para reducir todo el impacto que generamos sobre la naturaleza y ¡le damos una segunda vida a las sobras de tus obras! ¡Te animamos a que navegues por nuestra plataforma y descubras todas tus posibilidades!

Reutilizar: la quintaesencia de Desobras

Desobras parte de una premisa fundamental: reutilizar, reciclar y reducir. Tanto para nuestro bolsillo como para el medio ambiente, son gestos sencillos y una manera de aportar nuestra parte en la lucha contra el cambio climático y también contra el desperdicio. Pero, ¿sabemos realmente todo lo que implican?

En primer lugar, no es lo mismo reciclar que reutilizar. Reutilizar es volver a utilizar un objeto o material, ya sea para el mismo fin que tenía en un principio o para uno nuevo. Reciclar implica que la pieza pase por un proceso o tratamiento que lo convertirá en una nueva materia prima. Por ejemplo, una caja de cartón o papel usado, pueden transformarse en material para libros o cuadernos. Aunque ambas traen beneficios y están dirigidos a un mismo objetivo: reducir el impacto de la actividad humana sobre el medio ambiente.

Reutilizar es importante porque hace que la vida de un producto sea más larga, evitando la necesidad de reciclar y ahorrando energía, materiales y dinero en el proceso. También nos permite ahorrar recursos, ya que se requieren menos materias primas para la creación de nuevos elementos. En resumen, podemos dividir los beneficios de la reutilización en dos vertientes:

  1. Medio ambiente. En primer lugar, disminuye la generación de desechos. Y, además de ahorrar recursos naturales y en materias primas, reduce la contaminación de fuentes como el aire o agua que genera la producción de nuevos materiales y el uso de combustible, tanto en la fabricación como en el transporte del nuevo material.
  1. Economía. El combustible, el agua y otros materiales empleados en la manufacturación de nuevos productos no solo supone un coste ambiental, sino también económico. Con la reducción de su fabricación, también se reduce el coste. Además, también disminuye el coste del manejo de desechos. Y, en tercer lugar, el beneficio más perceptible para el ciudadano de a pie es el aporte a la economía doméstica, ya que reduce los gastos de comprar nuevos productos. 

Ropa, libros, electrodomésticos, juguetes… Siempre han sido algunos de los elementos más vendidos en tiendas de segunda mano, pero en Desobras hemos llevado la reutilización un paso más alla y ponemos a tu disposición restos de obras para que puedas darle una segunda vida en tu casa, pero también para dar rienda suelta a tu imaginación. ¿Por qué fabricar nuevos materiales si podemos aprovechar los que ya existen?

10 pasos básicos para ordenar el almacén

En muchas empresas pequeñas (y no tan pequeñas), especialmente del sector de la construcción, ordenar el almacén tiene más importancia de la que podría parecer en un principio. Un almacén desordenado tiene consecuencias económicas directas sobre la cuenta de resultados de la empresa, mayores de las que podrían parecer a primera vista:

  • Pérdidas de tiempo: Si tienes que revolver cosas para encontrar un producto, eso te va a suponer un tiempo extra que es totalmente improductivo y evitable. Y en las empresas, el tiempo es dinero.
  • Uso excesivo de espacio. Un almacén mal organizado suele ocupar mucho más espacio del realmente necesario. El espacio también cuesta dinero. Piensa que cada metro cuadrado construido tiene un coste, ya sea de alquiler o de amortización del coste de construcción, por lo que es necesario optimizar esos costes al máximo.
  • Productos obsoletos. En la inmensa mayoría de los almacenes hay, como mínimo, un 20% de productos que no vas a utilizar o vender nunca. Esos productos ocupan un espacio muy valioso y, en la práctica, el valor económico de esos productos es cero.
  • Sensación de abandono: Tanto tus trabajadores como tus clientes (si el almacén es visible para ellos) tendrán una pésima sensación de abandono que no ayudará en nada a la imagen de tu negocio.

Recuerda: Un almacén eficaz es un almacén organizado. Invertir tiempo en ordenar el almacén es ganar en eficiencia. Te contamos a continuación como hacerlo.

ordenar el almacén
Si tu almacén se parece a esto, tienes un problema mayor de lo que crees

Cómo ordenar el almacén y no morir en el intento.

Vamos a intentar aplicar algunas máximas de Marie Kondo, la gran gurú del almacenamiento en casa. Concretamente, aplicaremos dos de sus principios básicos:

  1. Es hora de deshacerte de lo que no te hace feliz. En este caso, lo que no te hace ganar dinero no te hace feliz.
  2. Tienes más espacio del que crees, sólo se trata de aprovecharlo bien.

Partiendo de estos principios, hemos elaborado una lista de 10 recomendaciones para ordenar el almacén:

  1. Utiliza siempre cajas, no tengas objetos sueltos. Te asombraría saber lo fácil que es mezclar objetos en un almacén cuando están sueltos. Aquellos productos que no vengan en cajas o que sean de pequeño tamaño puedes almacenarlos usando cajas de plástico o cartón duro que puedes reutilizar. Y dentro de esas cajas, cuanto más ordenados estén, mejor.
  2. Aprovecha toda la altura disponible. Si no dispones de sistemas de elevación, coloca los productos más pesados abajo y los más ligeros arriba, para facilitar su manipulación.
  3. Sigue un orden lógico. Divide el almacén en secciones y dentro de éstas en categorías de productos. Asigna un código numérico a cada producto y/o un código de barras o QR, así te será más fácil ordenar el almacén, localizar los productos rápidamente y dar altas y bajas de forma automática. Esto puedes hacerlo con un lector de código de barras conectado con tu sistema informático de gestión de almacén o incluso con un teléfono móvil y una aplicación de las muchas que existen en el mercado para leer códigos de barras o códigos QR. Recuerda que los códigos QR permiten almacenar y leer automáticamente información sobre cada producto, no sólo una secuencia de números.
  4. Etiqueta los estantes. Cada producto debe tener un sitio, y ese sitio debe estar etiquetado con su código correspondiente. Esto te permitirá tener un inventario permanentemente actualizado.
  5. Coloca los productos más utilizados en las cabeceras de los pasillos del almacén. Se trata de las zonas más accesibles, por lo que es más rápido llegar hasta ellas.
  6. Coloca los envases, cajas vacías, plásticos, etc, en contenedores específicos. Un almacén ordenado es un almacén limpio. Además de posibilitar su reciclaje, un entorno de trabajo limpio es un entorno más agradable para trabajar.
  7. Adopta todas las medidas de seguridad necesarias. La mayoría de productos tienen un límite en la cantidad de cajas que se pueden apilar. Del mismo modo, las estanterías deben estar diseñadas para ser firmes y seguras y estar correctamente ancladas al suelo, techo y paredes. El calzado de seguridad, delimitar espacios peatonales y de paso de carretillas (si es el caso) el uso de guantes de protección e incluso de casco si existe riesgo de que caigan productos desde arriba al manipularlos son precauciones necesarias para evitar accidentes. Del mismo modo debes señalizar específicamente aquellos productos cuya manipulación entrañe algún tipo de riesgo.
  8. Deshazte de los productos invendibles. Tener un porcentaje de productos (que usualmente pueden superar el 20%) almacenados y que no tienen demanda es perder dinero. Cada metro cuadrado o lineal de almacén cuesta dinero y debe generar la rentabilidad adecuada. Si un producto no se vende, tienes herramientas como DESOBRAS que te permitirán colocarlo fácilmente en el mercado, especialmente en el minorista, y liberar un espacio muerto en el almacén. Métetelo en la cabeza: Los productos que han superado con creces el periodo de rotación habitual NO se van a vender a tus clientes habituales, por lo que deberás buscar la forma de saldarlos o incluso de regalarlos (sí, has leído bien) para que el espacio que ocupan deje de costarte dinero y se convierta en productivo.
  9. Controla quién entra y sale del almacén. En un almacén bien gestionado sólo entran las personas encargadas de su gestión. Lo ideal es que haya un responsable de almacén que sea el encargado de la recepción y la expedición de productos, o de proporcionar al resto de trabajadores lo que precisen y demanden en cada momento. Si el pequeño tamaño de tu empresa no te lo permite, registra quién entra y sale, a qué hora y qué productos trae o se lleva del almacén. Esto te permitirá llevar la adecuada trazabilidad en caso de algún problema o de que algún producto desaparezca.
  10. Implica a tu personal. Si la organización del almacén no es cómoda, el personal tenderá a ignorarla. Una organización lógica también tiene que tener en cuenta la facilidad de acceso y manipulación de productos. Si decides ordenar el almacén, reúne a tu equipo y escucha sus ideas, seguro que hay alguna muy valiosa que puedes poner en práctica. Del mismo modo, debes implementar normas de higiene a la entrada y salida del almacén para evitar que, por ejemplo, un empleado con las manos manchadas manipule productos en el almacén.

Resumiendo: Ordenar el almacén equivale a sacarle partido y a deshacerse de lo que ya no es útil o rentable. Tener un artículo criando polvo en un estante porque te equivocaste al pedirlo no va a hacer que recuperes el dinero que invertiste en él. Tener un almacén sucio, poco iluminado y desordenado cuesta dinero y tiempo (o sea, también dinero, que los empleados no se pagan solos), además de ser terreno abonado para los accidentes. Una empresa bien organizada empieza por un almacén bien ordenado.

¿Qué puedo hacer con una puerta o con otros  sobrantes de obra?

 

No, no es una pregunta retórica. Las puertas son uno de los sobrantes

de obra relativamente habituales. En muchos casos, cuando se construye un edificio de viviendas, el comprador decide introducir mejoras o cambios en las calidades, y las puertas son uno de esos cambios habituales. El resultado: el constructor tiene varias puertas que le sobran y que no siempre puede recolocar en otras obras. También puedes encontrar puertas sobrantes de obra como materiales de derribo o producto de una reforma.

De entrada, podemos pensar que la función de una puerta es ser eso, una puerta. Pero como ya hemos dicho otras veces, dar una segunda vida a los sobrantes de obra no significa necesariamente utilizarlos para la función para la que fueron diseñados. Aquí cobra un papel relevante la sección de “materiales de derribo” de Desobras, donde los propietarios de estos materiales se anuncian gratuitamente durante 48 horas. Las puertas y ventanas de madera son un clásico de los materiales de derribo que puedes comprar por muy poco y sacarles un enorme partido.

Cosas que puedes hacer con una puerta o una ventana sobrantes de obra

Lo más obvio, especialmente si se trata de puertas antiguas: darle algún tipo de tratamiento a la superficie, ponerle unas patas y convertirla en una mesa original. En el ejemplo que te mostramos, ya que la puerta tiene molduras y no es una superficie lisa, se ha optado por ponerle un cristal encima y conservar la puerta tal cual estaba:

mesa con puerta sobrantes de obra materiales de derribo

Esto le da un toque vintage muy moderno a una mesa de comedor, de un restaurante o incluso de una sala de reuniones.

Una ventana o una puerta vieja se pueden convertir en un objeto totalmente distinto para decorar una pared. A veces ni es necesario pintarla, aunque sí conviene darle algún tipo de tratamiento y, sobre todo, asegurarse de que no tienen carcoma o de que ésta ha sido exterminada antes de utilizarla.

Aquí tienes otro ejemplo de uso de una ventana procedente de materiales de derribo. Probablemente la mayoría de la gente que la viera en su estado original pensaría que es inservible y que no puede hacerse nada con ella. Pero hay gente que no, y éste es el resultado:

ventana vieja decoración pared sobrantes de obra materiales de derribo

Recuerda: cuando algo ya no sirve para su función original, eso no significa que ya no sirva para nada. Prácticamente cualquier cosa puede tener una segunda vida. Esto no sólo nos aporta originalidad en la decoración, sino que nos ahorra dinero y, (muy importante desde nuestro punto de vista) evita que generemos más residuos. En esto consiste la economía circular, en que los materiales siempre encuentren un acomodo y una vida nueva sin tener que ser desechados.

Da igual que se trate de materiales antiguos (si nos gusta el estilo ‘vintage’) o de materiales modernos como el aluminio o el PVC. Una ventana de PVC puede convertirse en una estupenda puerta de armario para usar en exteriores, dada su resistencia a los agentes atmosféricos. Y una puerta moderna puede convertirse en la puerta de un armario, o incluso crear un armario empotrado donde teníamos un hueco con poco uso.

Todos estos materiales pueden encontrarse en DESOBRAS. Y si eres de los que tiene estas cosas guardadas en un trastero sin saber bien qué hacer con ellas, te animamos a que las vendas. Ganarás espacio y dinero al tiempo que otras personas le darán vida a lo que a ti ya no te sirve. Esa es la filosofía con la que nació DESOBRAS y con la que seguimos trabajando.

Decoración y muebles con palets

Los palets son un elemento industrial diseñado para empaquetar productos de tal modo que puedan ser manejados por carretillas elevadoras. Los de uso más generalizado están hechos de madera, lo que los hace especialmente interesantes para su reutilización en decoración y elaboración de muebles con palets.

Existen palets de distintos tamaños, aunque el más utilizado es el conocido como “palet europeo” de 120 x 80 cm, aunque también los hay de 120 x 100 y de 120 x 120. Otra medida usada especialmente en el sector de la gran distribución es el denominado “medio palet” de 60 x 80 cm.

europalet muebles con palets

Hay que tener en cuenta que los europalets no sólo se distinguen por sus medidas, sino por atenerse a una normativa europea que especifica cómo deben fabricarse y qué carga tienen que soportar. Es decir, que puede haber palets de 120 x 80 que no sean europalets. La forma de distinguirlos es que los europalets llevan una marca ovalada con las letras EUR o EPAL en su interior.

Dentro de los palets existen calidades: Los hay reversibles, los hay que no, e incluso los hay de un solo uso. En cualquier caso, un palet que ha cumplido su ciclo de vida o se ha deteriorado se desecha, ya que supone un riesgo para la seguridad de las personas y de la propia carga.

Muebles con palets: una tendencia que se consolida.

Los palets que han llegado al final de su ciclo de vida son una materia prima perfecta para su utilización en decoración y elaboración artesanal de mobiliario. Pueden usarse como mesas bajas, como bases para un colchón en una cama, para elaborar sofás, estanterías y muchas otras aplicaciones.

Aunque existen palets de plástico, metal e incluso cartón, la inmensa mayoría de ellos están elaborados en madera. Existen dos tipos, según la normativa europea: los elaborados con madera de frondosas (como el haya o el roble) y los de madera de coníferas como el pino o el abeto. Esto supone una ventaja a la hora de utilizarlos en mobiliario, ya que se trata de maderas de alta resistencia y durabilidad. Generalmente se utiliza madera sin ningún tipo de tratamiento, lo que nos permite dar alas a nuestra imaginación a la hora de pintar, barnizar o incluso teñir la madera para que tenga el aspecto que deseamos. Aquí tenemos un ejemplo de un conjunto de jardín elaborado íntegramente con palets tratados con barniz para exteriores:

muebles con palets 1

 

En este caso ha habido todo un proceso de diseño previo, corte y elaboración, pero no necesariamente tenemos que complicarnos si no disponemos de las herramientas necesarias. Podemos utilizar los palets tal cual  o simplemente con un lijado y barnizado para, por ejemplo, hacer un sofá:

muebles con palets 2

 

O simplemente barnizar un palet, acoplarle unas ruedas y ya tenemos una perfecta mesa baja:

muebles con palets 4

Dada su resistencia y capacidad para ser apilados, el límite de lo que podemos hacer con ellos sólo lo pone nuestra imaginación:

muebles con palets 5

 

Si tienes una empresa que acostumbra a manejar palets, no los tires al final de su vida útil. Mucha gente estará deseando conseguirlos para darles una segunda vida. Véndelos en DESOBRAS, a través de nuestra web o nuestra app y encontrarás fácilmente compradores cerca de ti. Son uno de los elementos más demandados por nuestros usuarios.

Decorar con azulejos reutilizados: Una tendencia al alza

En prácticamente todas las obras hay un elemento que sobra: los azulejos. Generalmente los azulejos se venden por cajas, por lo que al planificar cuántos se va a necesitar para realizar un alicatado siempre se deja un margen de seguridad por las posibles roturas. Además, el hecho de que vengan en cajas impide que se pueda planificar al milímetro cuántas piezas se van a utilizar, además de que siempre hay que cortarlos para ajustarlos a las medidas de la superficie que se va a recubrir. El resultado: partes de azulejos y cajas enteras sobrantes ocupando espacio en nuestro trastero.

En Desobras apostamos por la reutilización. Por eso queremos presentaros algunas tendencias en decoración que precisamente van en este sentido, el de dar una segunda vida a estas piezas sobrantes. Hoy hablamos de decorar con azulejos reutilizados.

Idea 1: Una mesa con azulejos.

Podemos convertir una mesa de madera o metal (que también puede ser reutilizada) en un elemento decorativo único, simplemente recubriendo la superficie con azulejos reutilizados. Pueden ser todos iguales si queremos aprovechar una caja entera, o podemos ser más atrevidos y utilizar azulejos reutilizados de colores e incluso tamaños diferentes. Con esto convertimos un elemento anodino en un mueble único y original.

Idea 2: Decorar con azulejos reutilizados en forma de collage.

¿Quién dijo que todos los azulejos de una pared tienen que ser iguales, o que los azulejos se tienen que limitar a la cocina o el baño? Con un poco de imaginación podemos crear un collage con azulejos reutilizados  distintos que le dará vida a cualquier pared, tanto interior como exterior de nuestra casa.

decorar con azulejos reutilizados

Idea 3: Mosaico de azulejos rotos

La idea de reutilizar azulejos rotos para recubrir superficies no es nueva. De hecho tiene un nombre reconocido internacionalmente: el trencadís. Sello distintivos de arquitectos como Gaudí, el trencadís se ha utilizado en el Mediterráneo de forma secular.

trencadís azulejos reutilizados

Para realizar un mosaico con azulejos rotos sólo hace falta imaginación y, desde luego, paciencia. Pero el resultado es espectacular. Aquí tienes un ejemplo:

trencadís tricolor

El resultado es muy atractivo  y original, tanto si se trata de viviendas como de espacios comerciales o de oficinas.

 

Idea 4: Objetos realizados con azulejos

Decorar con azulejos reutilizados no sólo significa recubrir paredes. También podemos utilizar azulejos completos o partes de ellos para realizar distintas piezas como maceteros, jarrones…

macetero azulejos reutilizados

Idea 5: Cabeceros de cama

Una tendencia muy actual: utilizar azulejos como cabeceros de cama. Son higiénicos, fáciles de limpiar y el resultado es original. ¿Qué más se le puede pedir a un cabecero?. Además se adaptan a todos los estilos de decoración, desde lo más clásico a lo más atrevido.

cabecero azulejos reutilizados

En DESOBRAS podrás encontrar multitud de azulejos, incluso por piezas sueltas. Como te hemos mostrado, puedes conseguir resultados espectaculares por muy poco dinero. Y si no sabes cómo hacerlo, tienes miles de tutoriales en vídeo en la Red que te explican paso a paso el manejo de los azulejos y el tipo de cola que tienes que utilizar. El resultado no puede ser más bonito, fácil y duradero.

 

El problema del material sobrante de obra

Cualquiera que se dedique a la construcción sabe que planificar una obra al milímetro es imposible. Durante la fase de construcción no todo sale perfecto: hay materiales que se rompen, el cliente pide cambios de última hora cuando ya el material estaba comprado, cosas que no encajan por problemas con los planos y un larguísimo etcétera de posibles imprevistos que hacen que hasta el constructor o instalador más experto tenga que contar siempre con un margen de seguridad para no quedarse sin material en medio de una obra. Es decir, siempre va a haber material sobrante de obra.

Si se trata de material estándar, no pasa nada. Puede utilizarse en otra obra. Pero la estandarización, cuando hablamos de construcción, es algo complejo. De entrada, cada proyecto tiene unas especificaciones técnicas diferentes. Y luego entra el factor personal: cada persona tiene un gusto diferente, y hay muchos elementos que forman parte de la decoración, aunque sean de obra. De hecho, prácticamente todo lo que está a la vista, desde los suelos a las paredes o las ventanas (no hablemos ya de azulejos, sanitarios, etc) es susceptible de ser aceptado o no por el cliente, que está en su perfecto derecho de decidir cómo quiere que sea su casa. De nuevo, esto lleva a tener material sobrante de obra que no es precisamente estándar.

¿Qué se hace con el material sobrante de obra?

Cuando se trata de azulejos o pavimentos, se le suele dejar alguna caja al cliente para que pueda realizar pequeñas reparaciones. También puede darse el caso de que el cliente haya pagado por el material sobrante y decida quedárselo (no es habitual que alguien quiera tener un WC de repuesto, pero esto es como las meigas de nuestra tierra, haberlas haylas). Lo normal es que, salvo excepciones, nos encontremos en nuestro almacén con muchas piezas sueltas de distinto tipo de material sobrante de obra, que no nos sirven para una obra nueva. Por ejemplo, podemos tener algunas cajas de azulejos que no dan para alicatar un baño entero, o un sanitario concreto, o un plato de ducha de medidas determinadas, o incluso puertas y ventanas sobrantes.

Hasta ahora, las opciones eran variadas: intentar venderlo en portales de internet de segunda mano, donde se diluyen entre miles de artículos de lo más variopinto y el nivel de fiabilidad es bastante bajo; intentar colocar ese material en alguna reparación si es que nos dedicamos a ello o, lo más común, guardarlo en un almacén donde duermen el sueño de los justos. Pero se trata de un material que tiene valor, aunque muchas veces no se le asigna.

¿Qué viene a aportar DESOBRAS?

En Desobras venimos del mundo de la construcción, en el que llevamos toda nuestra vida, y sabemos bien qué es lo que sucede con el material sobrante de obra. Por eso nos decidimos a lanzar esta plataforma. ¿Qué ventajas tiene sobre otras opciones ya existentes en internet?

  • Especialización: Trabajamos sólo con materiales relacionados con la construcción.
  • Sin comisiones: Las transacciones se realizan entre el comprador y el vendedor de manera directa. Nosotros cobramos una pequeña cantidad por anunciar tus materiales sobrantes de obra, nada más.
  • App móvil: Desde nuestra app móvil es muy sencillo subir un anuncio de un nuevo material sobrante. Una vez registrado, saca una foto, introduce una descripción, una ubicación geográfica y listo.
  • No tiene por qué ser una venta online. De hecho, Desobras está más pensado para la venta de proximidad, dado que se trata generalmente de materiales voluminosos y pesados que tendrían altos costes de envío. El comprador puede localizar sobre el mapa los vendedores que están cerca de su zona e ir a recoger el material directamente, pagando de la forma que se acuerde con el vendedor.
  • Cantidades pequeñas al mejor precio. En Desobras puedes comprar por unidades o incluso piezas sueltas, sin tener que pagar más por comprar cantidades pequeñas. Al tratarse de materiales sobrantes de obra, puedes conseguir lo que necesitas a un precio muy inferior al del mercado.
  • Asistencia por profesionales. Si tienes cualquier duda, en Desobras estamos para ayudarte. Recuerda que somos profesionales de la construcción, por lo que podemos recomendarte la mejor forma de vender el producto e incluso aconsejarte si no sabes bien qué precio ponerle.
  • Promoción gratuita. Si tienes un negocio, en la ficha de vendedor y en la de producto aparecerá el nombre de tu negocio y su localización. Además, realizamos promoción de los nuevos productos que se van subiendo a través de las redes sociales, en nuestra web y en canales de publicidad y marketing online sin ningún coste adicional para ti. Desobras puede ser una buena forma de dar a conocer tu negocio.
Empresa beneficiaria del Plan de Empleo Local de la Diputación de A Coruña: PEL Emprende inversión 2018